Tantas ganas como miedo.
Un duelo a corazón abierto bajo el manantial que surge de mi cueva.
Refugio de tu nombre y desamparo del mío.
Busco redención, igual que tú.
Borrar el silencio, el frió, la impaciencia, la prudencia miserable.
Besos a la orilla del limbo mientras sangra la libertad del momento.
En el viejo reloj de cristal escapan la arena y el tiempo.
Licántropos ante la desnudez.
Cuerpos que saben de esperas y no de palabras o recuerdos.
Nace el destino a golpe de sed.
Muévete al unísono conmigo mientras el trueno enmudece los sueños.
Salvación húmeda y eterna.
Peregrinos de cuerpos y anonimato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario