6.7.12

•*Tanuha



Mi amor besé tus
lágrimas y comprobé
que eran exageradamente
saladas. Comprendí entonces
que no era tan dulce
tu alma como aparentaba.
Te di a besar las mías
esas que surcaban mi
cara, su sabor te impresionó
al ver su destino te desarmó
el mar; preñando aún más
si cabe de sal sus entrañas.
Deseé que derramases
lágrimas entre las esquinas
de un inmenso océano;
recordando que carecen de
ellas, te presiento en un mar
todavía aún llorando salado
llagando tu piel con mi salitre
mientras intentas salir a nado.