15.8.11

»*♥*«




La profecía de tu aroma acude,
postrera e inclemente,
rezuma imposible su amalgama,
restregando la tormenta que retoma.

Me ahuyento y me ausento
y en la senda de su desglose,
los huecos se rebosan acaudalados,
lamiendo el centelleo movible de mis aguas,
acariciando de serenidad mi esencia.

El veneno hiende,
esta savia de mis aguas palpitadas.





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